¿Cómo escribir microrrelatos?
Algunos consejos para escribir microrrelatos.
Puede decirse que un microrrelato es un relato en pocas palabras, no existe un límite oficial de palabras para esta clase de textos. En cambio, los relatos hiperbreves se escriben en muchas menos palabras. ¿Cómo conseguir concentrar una historia con tan poco? He aquí una pequeña guía que puede ayudar:
HIPERBREVE.
Título En los hiperbreves el título es muy importante, ya que se puede usar para dar una idea al lector del contenido del texto.
Concisión El hiperbreve debe narrar una historia del modo más conciso posible. Lo que se busca es una idea. Una situación peculiar de un personaje, dos como mucho, que protagonizan la historia dentro de una conversación o en una situación descrita de un plumazo, casi gráfica.
Precisión En los hiperbreves hay que reducir palabras superfluas. No están ideados para que el autor se evada por mundos descriptivos y coloridos. Hay que ir al grano.
Impacto Y por supuesto, el impacto final es lo más importante. Hay que buscar ese mazazo final que influya en el lector, que le deje pensativo, o con sensación de miedo o emoción que se grabe en el cerebro del lector.
Ejemplo: Siempre hay una excusa para salir a beber Me compré una barra de bar porque quería dejar de salir a beber por ahí. Nada más montarla, me puse a un lado de la barra y pedí una cerveza. Fui al otro lado y pregunté: "¿Con alcohol o sin alcohol?" Me cambié otra vez de sitio y contesté: "¡Con alcohol, imbécil!" "¡Imbécil será usted!", me respondí. "A mí nadie me trata así", contesté, "me voy a otro bar". Al salir di un portazo. Allí quedó el otro con su mierda de negocio. ©Jesús Alonso 83 palabras.
NANORRELATOS
Son la reducción de una historia al estado puro, al gérmen. Dicen que un nanorrelato puede narrarse en diez palabras. Dada la extrema brevedad de estos relatos, lo que se viene a contar básicamente es el final de la historia, dejando al lector que imagine todo lo anterior. Aunque pueden titularse, por lo general, los nanorrelatos no precisan de título.
Ejemplo: Vendo zapatos de bebé, sin usar. E. Hemmingway.
O uno de mis favoritos: Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Augusto Monterroso.
Este es uno de mis relatos favoritos porque me sugiere cientos de cosas, sobre todo, que muchas veces, dejar que pase el tiempo no es suficiente para que los problemas desaparezcan. Me encanta.
Y como siempre, no olvidéis la famosa frase: «No me deis consejos que ya sé equivocarme yo solo» Atribuida a Napoleón Bonaparte. Pero vaya usted a saber...
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