La actriz y cantante berlinesa se hizo internacionalmente famosa por mezclar su estilo punk desenfadado y gamberro con su forma de cantar operística. La trayectoria de Nina Hagen siempre ha estado rodeada de polémica. A principios de los 80, Hagen protagonizó un escándalo durante su aparición en un talk show austriaco (Club 2), donde simuló una masturbación y era habitual que en sus apariciones públicas ella diera su postura “sin pelos en la lengua” acerca de Dios y la actualidad social y política que le rodeaba.
En 1982 Hagen realiza su primer disco como solista: “NunSexMonkRock”, donde mezcla punk, funk y ópera. Al año siguiente graba el álbum “Angstlos”, cuya versión inglesa generó dos de los máximos hits que se escucharon en los “dancefloors” norteamericanas: “Zarah” y “New York, New York” (que llegó al top 9 en el Billboard), tema absolutamente opuesto al clásico del mismo título cantado por Frank Sinatra y Liza Minnelli.
Tanta es la influencia de Nina Hagen en la música, especialmente en Alemania, que la ex canciller Angele Merkel despidió formalmente su cargo al ritmo de “Du hast den Farbfilm vergessen”, aunque nosotros preferimos que escuches éste: