En un 19 de agosto del año 1839 se anunció al mundo la técnica fotográfica conocida como Daguerrotipo, desarrollada por el francés Louis Jaques Mondi Daguerre. Un dispositivo que permitía registrar imágenes a través de un procedimiento químico.
El término daguerrotipo se utiliza para nombrar tanto a la máquina como a la imagen obtenida con ella. También se emplea como sinónimo de daguerrotipia, que es el nombre dado a la técnica en cuestión. Para obtener una fotografía, el daguerrotipo utilizaba una placa de cobre plateado que se exponía al vapor de yodo para lograr que resulte fotosensible. Luego, con vapores de mercurio, se generaban amalgamas de plata y mercurio que daban lugar a la imagen revelada.
El daguerrotipo está considerado como el primer proceso exitoso de la historia para tomar fotografías. Sin embargo, el tiempo de exposición para capturar la imagen, la imposibilidad de obtener copias, la fragilidad de la foto y la contaminación generada por el vapor de mercurio eran algunos de los inconvenientes que presentaba el aparato. Por aquel entonces también existían otros procedimientos fotográficos además del daguerrotipo. Entre ellos aparecía el calotipo, creada por el británico William Fox Talbot. En este caso, se utilizaba un papel tratado con ácido gálico y nitrato de plata: las imágenes que captaba eran fijadas mediante hiposulfito sódico. Las ventajas del calotipo frente al daguerrotipo eran que requería un tiempo de exposición más corto, era menos pesado y los productos que se usaban para revelarlo y fijarlo no eran tan tóxicos.